Los escribanos
decian que el sauce era
testigo del pensamiento y la realidad en mi ciudad
Pues talvez debimos soñar
y solo cantar
en viejos panfletos de soledad
y acordes con sonidos
a sobriedad
Dejame mostrarte mi ciudad gris
que canta y desvela
un mañana feliz
bajo leyes e himnos de acordes menores
que no muestran la última
calle
ni menos sus flores
Bailemos una balada en la calle cruzando la esquina
y digamos que todo empezo alli sin tomar las bebidas
porque no naci con un pensamiento global
y menos con un soñar
te escribo solo para volar
y besarte en el parque
del frente
y no buscarte jamás
en la puerta
con la sombra de tu padre y su mirada demente
Sere el de mirada perdida
y corazón blanco y negro
pintando a rojo y blanco este suelo casi negro
pero jugemos sin parar
que el sueño no dejara de pintar
cada realidad
en la mirada de cada aldeano
que sueña con verte y tocarte la mano
Y los epitafios se hicieron romanticos
porque el mundo se hizo ayer
y el tiempo no sabe ya que hacer
cada colina será
mi testigo
que brillará con esa sonrisa
de pergamino
y desazon de mi locura
que se hizo cada vez más
mi deliciosa tortura.
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