viernes, 25 de marzo de 2011

Crónicas en el jardin

En un horizonte
bajo la alfombra del sol
se cuenta un cuento
escrita y recitada
por aquel hombrecillo de bazton negro

Pues mucha gente
era atenta a su prosa elegante y fascinante
pues era el momento de soñar despierto
y sentir el viento
entre sonetos y versos perfectos
que se escondian
entre historias talvez no escritas
o quizas bien dichas.

Eran epocas de fascinacion
y modernismo de sociedad elegante
pues los suburbios aun eran testigos
de barreadas de imigrantes

Los Orellana y Viquinson eran ilustres en la quinta del centro
pues todo era algo raro
desde miradas estiradas y guantes de magos

En carruajes y vestidos de corce
se envolvian romances desde un pecebre en el parque de la fé
pues era esa fé por un beso y no ser visto
por el padre o hermano mayor sabueso
pues era un gran embrollo
porque eras acusado de pervertido y muy criollo

Y las chisteras y pañuelos de bordados
eran el dia a dia de una tarde con jazmines en la mano
pues ella venia despues de la ciesta
y el esperaba con el reloj de bolsillo
escuchando poemas e historias de aquel hombrecillo

Cancion de un todo
y palabras de un comodoro
no era mas que el olor a mar
lo que no se dejaba escapar
la tarde aun era brillante
con niños jugando en el parque
y poemas de amor en el aire
pues todo eso era mi calle
o talvez pudo haber sido
mi gran detalle.

Pues lo que nunca cambio o se fue como un lirio
fue el mismo amor
que aun se mantiene cuando la espero
en el parque con los jazmines y los suspiros

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